Pregunta para Parlamento de Catalunya

Hay muchos problemas de suelo pélvico en las mujeres, que se agravan o aparecen con el parto y la menopausia. ¿Cuándo habrá suficientes fisioterapeutas en la sanidad pública que atiendan a todas las mujeres que lo necesiten?

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Ana Escudero Pregunta de Ana Escudero

¡Hola! Soy Ana Escudero (fisioalma), fisioterapeuta especializada en acompañar a la mujer. Trabajo en el mundo del suelo pélvico, que es un universo desconocido y olvidado de nuestra sociedad, con sus disfunciones normalizadas, y que produce una cantidad brutal de sufrimiento a las mujeres. Entre el 12% y el 42% de las mujeres tienen alguna disfunción, y esto no está siendo atendido.

"Mearse de risa" es frecuente, pero no es normal ¿lo sabías? Se me parte el alma cuando escucho a muchas pacientes que vienen a tratamiento: “¿Por qué esto no me lo habían contado antes?”. Porque hay mujeres, por ejemplo, que llevan 15 años con dolor al mantener relaciones sexuales y no sabían que en pocas sesiones podían superarlo… Pero el asunto es mucho más complejo.

¿Qué son las disfunciones o problemas de suelo pélvico? Las más frecuentes son las incontinencias urinarias, fecales y de gases (se pueden superar; ponerse una compresa y pasar vergüenza no es la única opción). El dolor en la vulva, en la vagina o en la pelvis, durante las relaciones sexuales y/o fuera de ellas (tener dolor no es normal, no te resignes). El prolapso, que es la caída de órganos por el canal vaginal, ocurre en cerca del 50% de los partos, aunque en muchos de ellos no se nota. La cesárea, que no se suele tratar y que a veces va seguida de dolor lumbar y/o dolor vaginal. En general, los problemas crónicos se atienden poco y además vivimos en una sociedad patriarcal en la que “La mujer es educada para estar más volcada en el cuidado del otro que en el autocuidado y en la vivencia de una sexualidad plena, y esta visión ha impregnado la toma de decisiones políticas”

Hay varios nichos de edades o etapas en los que se presentan los problemas suelo pélvico. Uno es el de las chicas jóvenes que, por ejemplo, sienten dolor en su primera sensación vaginal, como al ponerse un tampax o en la primera experiencia sexual coital, y ese dolor puede perpetuarse y conducir a un vaginismo. Otro colectivo es el de las mujeres deportistas; por ejemplo, está normalizada la incontinencia en el ballet. En los deportes con gran presión abdominal, como la halterofilia, pueden llegar al 80% de incontinencia urinaria. La experiencia que más afecta al suelo pélvico es sin duda el embarazo y el parto vaginal. Durante la menopausia salen a la luz muchas microlesiones del proceso de maternidad que no fueron atendidas. Y finalmente, el nicho probablemente más olvidado, las mujeres con abusos, que por una relación de desconexión o hiperreactividad hacia su zona pélvica, sufren mucha patología en su suelo pélvico.

Se trata de una epidemia no atendida. El dolor vaginal y tener incontinencia está normalizado. Y no se pide ayuda cuando ocurre, sino que se esconde. Todo el mundo conoce alguna marca de compresas, pero pocos conocen que hay otras vías y que también está la opción de no hacerse pis encima. Sólo la persona que tiene nivel cultural y acceso a los medios puede ser un buscador activo y hallar soluciones. Pero lo normal es que pasen los años y las mujeres no sepan que puede haber tratamientos. La sanidad pública cubre algunos casos, los más graves, pero muchas mujeres están sin atender. La otra opción es contratar un seguro médico o pagar fisioterapia privada: entre 50 y 80€ por 5 o 10 sesiones. Sin recursos es difícil solucionar el problema. 

Veamos cifras mirando estudios científicos: las disfunciones de suelo pélvico afectan a entre el 12 y el 42% de las mujeres; entre el 25% y el 45% tienen incontinencia urinaria; tras el parto, un tercio tienen incontinencia urinaria, un 10% incontinencia fecal y un 50% algún grado de prolapso de órganos pélvicos; el 50% de mujeres con perdidas no buscan ayuda; entre el 40% y el 50% tienen alguna disfunción sexual; el 41% en premenopausia tienen disfunción sexual, de las cuales el 20% tiene problemas con la lubricación y el 21% con el deseo; La incontinencia fecal afecta a entre el 7 y el 15% de la población, y las consecuencias psicológicas son mayores que las físicas. Impresiona la magnitud de la pandemia, y mucho del impacto aún está oculto y no sale en los estudios.

Actualmente la sanidad pública cubre sólo mínimamente esta necesidad. Sólo hay fisioterapeutas en algunos hospitales, a cuya atención únicamente acceden las mujeres que han tenido lesiones graves en el parto, o incontinencia o en algunos casos dolor pélvico. Es verdad que hay una valoración universal de las mujeres después de los partos que hacen las comadronas, pero no tienen mucha formación en disfunciones de suelo pélvico y, aunque aplican muy bien lo que saben, muchas disfunciones se quedan sin diagnosticar, como contracturas, problemas sexuales, prolapsos, diástasis… Hablar de los ejercicios de kegel y explicarlos teóricamente no es suficiente. Desde ginecología algunos profesionales están muy actualizados y saben orientar a las pacientes, pero desafortunadamente otros no y no derivan a fisioterapia o no conocen alternativas al empeoramiento y operación quirúrgica, y aún piensan que el dolor se pasará y es normal. Y muchas operaciones de prolapso e incontinencia se podrían evitar, y también podríamos rebajar el porcentaje de recaídas. Muchas mujeres no saben que lo que les ocurre se puede tratar; el cribaje actual no está funcionando.

Por toda esta realidad, deseo hacer esta pregunta: ¿Cuándo atenderá la sanidad pública todos los problemas de las mujeres relacionados con el suelo pélvico? Esta petición, sin embargo, engloba otras: hace falta la incorporación sistemática como profesionales de fisioterapeutas especialistas en suelo pélvico, tanto en hospitales como en centros de atención primaria. También es necesario que exista un cribaje sistemático y voluntario tras el inicio de las relaciones sexuales, después de los partos y durante la menopausia para todas las mujeres. Unámonos para que esta cuestión sea escuchada. Si conseguimos 500 firmas, esta campaña será llevada a los políticos para que den una respuesta. Cada apoyo es muy valioso. ¡Muchas gracias!

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Hi ha molts problemes de sòl pelvià entre les dones, que s'agreugen o apareixen amb el part i la menopausa. Quan hi haurà suficients fisioterapeutes a la sanitat pública que atenguin totes les dones que ho necessitin?

Hola! Em dic Ana Escudero (fisioalma), fisioterapeuta especialitzada en l’acompanyament de la dona. Treballo al món del sòl pelvià, que és un univers desconegut i oblidat de la nostra societat, amb les seves disfuncions normalitzades i que produeix una quantitat brutal de patiment a les dones. Entre el 12% i el 42% de les dones tenen alguna disfunció, i això no s’està atenent.

"Pixar-se de riure" és freqüent, però no és normal, ho sabies? Se'm parteix l'ànima quan escolto moltes pacients que vénen a tractament “Per què això no m'ho havien explicat abans?”. Perquè hi ha dones, per exemple, que fa 15 anys que tenen dolor mantenint relacions sexuals i no sabien que en poques sessions podien superar-lo… Però l'assumpte és molt més complex.

Què són les disfuncions o problemes de sòl pelvià? Les més freqüents són les incontinències urinàries, fecals i de gasos (es poden superar, posar-se una compresa i passar vergonya no és l’única opció). El dolor a la vulva, a la vagina o a la pelvis, durant les relacions sexuals i/o fora d'elles (tenir dolor no és normal, no et resignis). El prolapse, que és la caiguda d'òrgans pel canal vaginal, passa a prop del 50% dels parts, encara que en molts no es nota. La cesària, que no se sol tractar i que a vegades va seguida de dolor lumbar i dolor vaginal. En general, els problemes crònics s'atenen poc i a més vivim en una societat patriarcal on “la dona està educada per estar més bolcada en la cura de l'altre que en l'autocura i en la vivència d'una sexualitat plena, i aquesta visió ha impregnat la presa de decisions polítiques”.

Hi ha diversos segments d'edat o etapes en què es presenten els problemes sòl pelvià. Un és el de les noies joves que, per exemple, senten dolor a la seva primera sensació vaginal, com posar-se un tampax o la primera experiència sexual coital, i aquest dolor es pot perpetuar i conduir a un vaginisme. Un altre col·lectiu és el de les dones esportistes, per exemple, està normalitzada la incontinència al ballet, o els esports amb gran pressió abdominal com l'halterofília poden arribar al 80% d'incontinència urinària. L'experiència que més afecta el sòl pelvià és sens dubte l'embaràs i el part vaginal. Durant la menopausa surten a la llum moltes microlesions del procés de maternitat que no van ser ateses. I finalment, el segment probablement més oblidat, les dones amb abusos, que per una relació de desconnexió o hiperreactivitat cap a la seva zona pelviana, pateixen molta patologia al sòl pelvià.

És una epidèmia no atesa. El dolor vaginal i la incontinència estan normalitzades. I no es demana ajuda quan passa, sinó que s’amaga. Tothom coneix alguna marca de compreses, però pocs coneixen que hi ha altres vies i que també hi ha l'opció de no fer-se pipi a sobre. Només la persona que té nivell cultural i accés als mitjans pot ser un cercador actiu i trobar-hi solucions. Però el més normal és que passin els anys i les dones no sàpiguen que hi pot haver tractaments. La sanitat pública cobreix alguns casos, els més greus, però moltes dones estan sense atendre. L'altra opció és contractar una assegurança mèdica o pagar fisioteràpia privada, entre 50 i 80€ per 5-10 sessions. Sense recursos és difícil solucionar el problema.

Veiem xifres mirant estudis científics: les disfuncions de sòl pelvià afecten entre el 12 i el 42% de les dones; entre el 25% i el 45% de les dones tenen incontinència urinària; després del part, un terç de les dones tenen incontinència urinària, un 10% incontinència fecal i un 50% algun grau de prolapse d’òrgans pelvians; el 50% de les dones amb pèrdues no busquen ajuda; entre el 40 i el 50% de les dones tenen alguna disfunció sexual; el 41% de les dones en premenopausia tenen disfunció sexual, de les quals el 20% problemes amb la lubricació i el 21% amb el desig; la incontinència fecal afecta entre el 7 i el 15% de la població, i les conseqüències psicològiques són més grans que les físiques. Impressiona la magnitud de la pandèmia, i molt de l'impacte encara està ocult i no surt als estudis.

Actualment la sanitat pública cobreix mínimament aquesta necessitat. Només hi ha fisioterapeutes en alguns hospitals, a l'atenció dels quals únicament accedeixen les dones que han tingut lesions greus en el part, o incontinència o en alguns casos dolor pelvià. És veritat que hi ha una valoració universal de les dones després dels parts que fan les llevadores, però no tenen molta formació en disfuncions de sòl pelvià i, encara que apliquen molt bé el que saben, moltes disfuncions es queden sense diagnosticar, com contractures, problemes sexuals, prolapses, diàstasis… Parlar dels exercicis de kegel i explicar-los des de la teoria no és suficient. Des de ginecologia alguns professionals estan molt actualitzats i saben orientar les pacients, però malauradament altres no i no deriven a fisioteràpia o no coneixen alternatives a l'empitjorament i operació quirúrgica, i encara pensen que el dolor es passarà i és normal. Moltes operacions de prolapse i incontinència es podrien evitar, i també podríem rebaixar el percentatge de recaigudes. Moltes dones no saben que el que els passa es pot tractar, el cribratge actual no funciona.

Per tota aquesta realitat, vull fer aquesta pregunta: quan atendrà la sanitat pública tots els problemes de les dones relacionats amb el sòl pelvià? Aquesta petició, però, n'engloba d'altres: cal la incorporació sistemàtica de fisioterapeutes especialistes en sòl pelvià com a professionals, tant a hospitals com a centres d'atenció primària. També cal que hi hagi un cribratge sistemàtic i voluntari després de l'inici de les relacions sexuals, després dels parts i durant la menopausa per a totes les dones. Unim-nos perquè aquesta qüestió sigui escoltada. Si aconseguim 500 signatures, aquesta campanya serà portada als polítics perquè donin una resposta. Cada suport és molt valuós. Moltes gràcies!

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