Hola, soy Alicia Trejo, mamá de Francisco Albavera Trejo quien desapareció el 26 de marzo de 2012 a los 22 años de edad. La última vez que lo vi fue cerca de la estación del metro Pantitlán, correspondiente a la Línea 1, alrededor de las 6:30 a.m. Mi hijo se dirigía a la universidad, cursaba el séptimo semestre de la carrera Ingeniería Informática en la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas (UPIICSA), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), pero nunca llegó.

Francisco era un joven que al salir de la escuela se dirigía directo a su casa, no llegaba después de las 2:00 p.m. y siempre nos avisaba en donde se encontraba. Por ello, ese día comenzamos a preocuparnos porque eran las 4:00 p.m. y no había regresado, le envíe mensajes de texto, sin recibir respuesta. Pedí a su hermano que investigará en Facebook y encontró un mensaje de un compañero, quien le preguntaba en dónde estaba y que se comunicará urgentemente. Por lo cual, lo contactamos y nos dijo que también lo estaba buscando porque ese día no había llegado a la escuela, sin embargo un compañero recibió un mensaje en donde le informaban que tenían a mi hijo ‘guardadito’ y que más adelante se comunicarían de nuevo. A partir de ese mensaje se sospechó de un posible secuestro, pero no recibimos ninguna llamada, mensaje o información sobre el paradero de mi hijo.

Con esta información, mi esposo y yo acudimos al Ministerio Público de la Alcaldía Venustiano Carranza, en donde no levantaron nuestra denuncia justificando que no correspondía a esta instancia, y fuimos canalizados a Fiscalía Antisecuestros de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, en donde el personal lamentablemente no cuenta con la capacitación, atención y humanidad para orientar y tratar a las personas que tienen a un familiar desaparecido. Tras muchos interrogatorios, me hicieron saber que ‘no iban a salir corriendo a buscar a mi hijo’, que no había elementos suficientes para considerarlo como secuestro y que probablemente él se había ido por problemas en el hogar, lo cual me hizo saber que no me iban a apoyar a encontrarlo. Tras años de búsqueda, sé que mi hijo no se fue por decisión propia, si él estuviera bien ya hubiera buscado la manera de informarme su paradero. 

Tras 5 meses la Fiscalía Antisecuestros de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, se declaró incompetente para continuar con el caso de Francisco. En mayo de 2013, participé en una huelga de hambre afuera de la PGR, nuestra petición era la creación de una Unidad de Búsqueda, tras 9 días logramos el acuerdo, desde entonces el expediente de mi hijo se encuentra en esta instancia bajo la Fiscalía de Búsqueda de Personas Desaparecidas, por desaparición forzada o por particulares. Al día de hoy, no cuento con una línea de investigación sobre el caso de mi hijo. 

En estos 8 años de búsqueda, me he encontrado con diferentes colectivos que al igual que yo, por cuenta propia investigan, buscan pistas, intentan recrear los hechos en los cuales su familiar desapareció, ya que las autoridades se han visto rebasadas por esta situación. En mi caso, las autoridades no han realizado una investigación de campo o un análisis de contexto, las pocas pistas que tengo sobre el paradero de mi hijo han salido de Facebook, de dar difusión a la búsqueda y de personas que me dicen que lo han visto en algún estado en México.

Por ello, considero de gran relevancia que las autoridades pongan en práctica la búsqueda adecuada de personas desaparecidas en campo, en hospitales, en psiquiátricos, en cerezos o centros de readaptación para encontrarlas en vida y que no solo se limiten a buscarlos en el SEMEFO. Es necesario que las autoridades cuenten con mayores herramientas tecnológicas para identificar los cuerpos que aparecen en fosas clandestinas o en el SEMEFO, también es vital que los funcionarios tengan mayor capacitación, humanidad y sensibilidad hacia los casos de personas desaparecidas, las familias pasamos por un proceso difícil y desgastante, tu vida cambia por completo, aprendes a sobrevivir por el amor de las personas que están contigo y también con la esperanza de encontrar a tu familiar, en este caso a mi hijo Francisco. 

Pido el apoyo de la sociedad mexicana para ayúdame a firmar y a difundir esta campaña por todos sus grupos-contactos de WhatsApp y Redes Sociales. Si conseguimos 1,500 apoyos, esta pregunta llegará a políticos de distintos partidos de la Cámara de Diputados de México, los cuales nos tendrán que dar una respuesta en esta misma web.

Muchas gracias.