Soy Alejandra Robles Martínez, la abuela materna de un pequeño niño que hoy tiene 3 años de edad y que podría encontrarse en un grave peligro debido a que su madre, mi hija, y su papá, no están en condiciones para poder cuidarlo y darle una vida digna y de calidad. Aunque tengo yo la guardia y custodia provisional, y he levantado una denuncia por todas las evidencias que tengo y que he observado sobre el peligro al que puede estar expuesto mi nieto, no he recibido más que la respuesta de “no podemos hacer más nada”, por parte de las autoridades. Necesito que me ayuden a buscarlo y que hagan todo lo posible porque él esté en buenas condiciones.

Cuando mi hija tenía 18 años de edad, en 2018, conoció a un hombre de origen nicaragüense, de quien se embarazó. Vivíamos en el Estado de México. Ella empezó a trabajar y yo me quedé al cuidado de mi nieto. El pequeño tenía 6 meses de edad, y desde entonces me hice cargo de él, con la plena consciencia de que ella no podía ni quería cuidarlo. Hasta que el pequeño cumplió 1 año y 3 meses, ella regresó por el niño y se lo llevó a Nicaragua, en donde viviría con su pareja. Pero pasado un mes, se comunicó conmigo diciéndome que no estaban bien, ya que tenían muchas carencias. Yo le mandé dinero para ayudarla un poco. 

En 2019 me dice que ya no puede tener más al niño porque han llegado a Chiapas, pero no tienen dónde vivir. Mi madre va a recoger al niño, pero mi hija se niega a regresar. El pequeño llegó con desnutrición y abstinencia, según lo que un médico me dijo, porque probablemente ellos fumaban en presencia del él. Desde ese entonces yo levanté un expediente por esta situación y se me otorgó la guardia y custodia provisional. No supe nada de mi hija, sino hasta el pasado 26 de junio cuando vino de visita y sin avisarme y con engaños que solo lo llevaría con su tía que vive cerca, se lo llevó y no ha vuelto a comunicarse conmigo. 

Tiene ya casi dos meses que yo no sé nada de mi nieto ni de mi hija. Las autoridades están ya al tanto de estos precedentes, de la guardia y custodia provisional que me fue otorgada el año pasado, pero solo han activado una Alerta Amber diciéndome que es eso lo único que ellos pueden hacer. Me han dicho que de mí depende de la búsqueda de mi nieto y que la madre, mi hija, tiene todo el derecho de estar con él. Y yo lo único que quiero es que mantengan a salvo a mi nieto, que vean las denuncias que he interpuesto por los daños que yo misma pude observar de cada ocasión que ella lo tenía a su cuidado.

El padre de mi nieto ha sido un padre ausente. No se ha hecho presente durante las veces que mi nieto ha estado aquí. Mi pequeño ahora tiene 3 años 8 meses, y solo pido a las autoridades, a las instituciones que vigilan los derechos humanos de las infancias, que por favor atiendan este caso y me aseguren que harán lo mejor para él. 

Por ello, lanzo esta campaña de difusión, para pedir a las autoridades del Estado de México que escuchen mi voz y legislen en favor de las niñas y niños que estén en situaciones parecidas a la de mi nieto. Creo que entre todos podemos ayudar: si recogemos 500 firmas en esta petición, los representantes políticos me responderán en la página de Osoigo. Y difundamos este testimonio con nuestros contactos de WhatsApp y redes sociales, para que muchas personas lo puedan respaldar.

¡Muchas Gracias!