Pregunta para Europarlamento

¿Qué hacen las instituciones públicas para brindar un real apoyo humanitario que sume los recursos materiales y los emocionales?

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Xell Cascan Pregunta de Xell Cascan

Mi nombre es Meritxell Cascan. Soy enfermera de urgencias en un hospital de Barcelona desde hace 22 años. Siempre quise dedicarme a esto y con el paso de los años me doy cuenta que soy muy afortunada por poder hacer lo que más amo: cuidar.

La chispa que prendió mi motivación para ser activista se produjo en septiembre del 2015, cuando vi la foto de un niño sirio que se había ahogado tratando huir a Grecia, producto de la guerra en su país. No podía quedarme de brazos cruzados; tenía que hacer algo al respecto.

El primer viaje fue una mezcla de emociones. La gente del hospital, al enterarse que iba a ir, me ayudaron a elaborar unas galletas para llevarles algo a los niños y niñas de los campamentos, además del material médico. Incluso tres amigas se animaron a acompañarme en el viaje. Desgraciadamente, al llegar nos dimos cuenta de la inmensidad de cosas que necesitaban. Era un panorama devastador ver a esos niños descalzos y sin chaquetas.

Al volver, decidimos organizarnos y seguir haciendo viajes. Empezamos a llevar otras cosas: sujetadores para las mujeres, productos de higiene femenina, etc. El hospital se dio cuenta de nuestro trabajo y decidió convertirlo en algo más corporativo. Es así que activamos un fondo de ayuda humanitaria en el que se involucraron todos los trabajadores.

Sin embargo, llegó la pandemia. Una situación muy crítica para el personal de salud, pero que sirvió para despertar un espíritu de solidaridad y amor que nos ayudó a pasar este tiempo de incertidumbre. Yo pude sostener mi trabajo gracias al amor y conseguí inspirar a familia, amigos y gente completamente extraña a crear una cadena de solidaridad que nos ayudó a brindar material faltante a enfermeras y médicos.

Fueron muchos momentos de amor los que nos salvaron a todos, pero aún no tenemos respiro: ha explotado una guerra en Ucrania. Esta guerra nos ha roto el corazón. Los medios te inundan de dolor, de muerte, de guerra y te preguntas qué le está pasando al mundo. 

Yo me enteré de la guerra por una historia de Instagram. Nos pusimos en marcha para hacer visible lo que pasaba. La gente del hospital me decía que cómo podíamos hacer para ayudar. Empecé a gestionar y localizar personas de hospitales de allí. Tener llamadas con ellos, gente que nos pedía material específico, les faltaban muchas cosas básicas. Desde el fondo de ayuda humanitario nos queremos poner manos a la obra con un proyecto que se llama SOS Ucrania. Hemos donado dinero y hemos enviado material sanitario a Ucrania.

UNA VELA PUEDE PRENDER OTRAS VELAS. NO DEJEMOS QUE ESTAS SE APAGUEN.

Por desgracia, hemos vuelto un poco a hacer autómatas. Sería bonito seguir con nuestras vidas normales, pero no debemos olvidar esa solidaridad y ese amor que nos ha mantenido a flote. Yo soy activista de muchas cosas, pero mi esencia es mostrar que el amor es el camino: la guerra no soluciona, con la agresividad no llegamos a ningún lado.

Es por ello que, de la mano de Osoigo, quiero que se conozca el trabajo que hacemos como personal sanitario para brindar ayuda y cooperación a personas que lo necesitan en el mundo. Necesitamos que se creen y existan más iniciativas para llevar apoyo. Lo que tenemos en el hospital es algo que otros hospitales no tienen: el fondo de ayuda humanitario de los trabajadores. Este es un modelo que se puede replicar y se puede hacer desde diferentes partes. El primer paso es poder inspirar a la gente para que empiecen a aparecer más personas que quieren darse la mano, sumar fuerza y actuar desde el amor.

Para poder sumarte a esta campaña, haz click en "APOYAR" y llena el formulario, o apoya a través de tu cuenta de Facebook. Cada apoyo suma para hacer llegar esta petición a las personas correctas.

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