Desde el punto de vista español, tendrán que ser los españoles quienes juzguen su papel en el proceso de transición -inacabado desde mi punto de vista- desde la dictadura  a la democracia.

Desde el punto de vista de Euskal Herria creo que el balance ha sido totalmente negativo.

En primer lugar porque no ha reconocido el derecho del Pueblo Vasco a decidir su propìo futuro y por tanto no ha sido Rey de la ciudadanía vasca, pues no ha acatado su voluntad ni ha estado al servicio del Pueblo Vasco.

En segundo lugar no sólo no ha contribuido al proceso de normalización política ni al de pacificación, sino que su vinculación con el régimen anterior y su jefactura de las fuerzas armadas y guardia civil no le eximen de responsabilidad -por acción u omisión- en toda la guerra sucia que se ha desarrollado en todos estos años en Euskal Herria.