Pregunta para Congreso de los diputados
Las familias con hijos con enfermedad grave necesitamos poder ejercer el derecho al cuidado que precisan. ¿Cuándo se aplicará de manera efectiva la normativa de los permisos para el cuidado de nuestros hijos con enfermedades graves?



Los cuidados son una parte esencial en la vida de cualquier persona. Desde que venimos al mundo necesitamos y ofrecemos cuidados a las personas a las que queremos y a quienes tenemos a nuestro alrededor, pero, en algunas familias como las nuestras, estos cuidados van más allá. Y es que, quienes tenemos personas a nuestro cargo, como hijos con enfermedades graves, nos dedicamos en cuerpo y alma a esta tarea que con tanto amor llevamos a cabo.
En muchas ocasiones, estos cuidados se convierten en una tarea muy difícil con la que puede llegar a ser imposible tener una conciliación real. Y, aunque quienes cuidamos lo hacemos con todo el corazón, también necesitamos ayuda.
Por ello, desde nuestra plataforma, luchamos para que los empleados públicos (docentes, sanitarios, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, administración central, etc.) podamos tener acceso a las reducciones de jornada que necesitamos. El tiempo que le dedicamos a nuestros hijos es esencial, pero, a pesar de que la ley enuncia las condiciones en las que podemos compaginar nuestro trabajo con nuestra situación personal, lo cierto es que la normativa no se está aplicando correctamente.
Los funcionarios encontramos muchos problemas a la hora de acceder a estos permisos que nos permiten ocuparnos de los seres queridos que nos necesitan, y por ello pedimos que se cumpla la regulación en este sentido, especialmente en Andalucía. Y es que, en esta comunidad no se está implementando una regulación a la que tenemos derecho, y dependiendo del lugar en el que solicitas este derecho, te pueden limitar más el tiempo que necesitas para estos cuidados.
En nuestra comunidad no existe un límite de edad para el cuidado de nuestros hijos, es decir, el tiempo de la reducción de jornada no depende de la edad de a quienes cuidamos. Eso sí, esta cuestión sólo se cumple sobre el papel.
La realidad es que este límite sí que se está aplicando arbitrariamente, pese a que, independientemente de la edad de nuestros hijos, seguimos conviviendo con la enfermedad y la necesidad de cuidados sigue siendo constante. Se nos niega ese tiempo tan necesario. Muchos de nuestros hijos van necesitando incluso más cuidados cuando se van haciendo mayores, porque sus necesidades de cuidado no se acaban cuando cumplen 26 años como está regulado en el resto de España.
Nuestros hijos requieren una atención muy específica, pues muchos de ellos padecen enfermedades raras, y el abordaje de sus patologías requiere una atención constante por parte de sus madres y padres. No se trata sólo de dependencia, sino de la propia gravedad de las enfermedades y de su riesgo para la vida de nuestros niños.
Al quedarnos al cuidado de nuestros hijos, las familias descargamos de mucha carga asistencial al sistema sanitario, ejercemos como cuidadoras y cuidadores, pero pese a ello encontramos dificultades para acceder a las reducciones de jornada.
Esta situación implica que muchas familias, por no poder compaginar su vida laboral y personal, caigan en la pobreza, pues los tratamientos y las terapias que necesitan nuestros hijos para salir adelante son muy costosas.
Lejos de ser un refugio, una red de ayuda que nos ayude y nos sostenga, el propio sistema es una traba para los empleados públicos que tienen esta situación. Profesores, sanitarios, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, administración central… personas que dedicamos nuestra vida a la comunidad, estamos viendo cómo el sistema nos desprotege y nos priva de un derecho que es nuestro como trabajadores.
Por ello pedimos que se cumplan realmente y de manera efectiva los criterios de convivencia y de gravedad, para que nuestras familias cuenten con el tiempo que necesitan para cuidar a sus hijos y no se vean desamparadas ante una situación que, de por sí, ya es complicada. ¡Alzamos la voz para que se aplique lo que ya está regulado y para que se escuche a quienes estamos cuidando sin descanso!