Mi nombre es Rosaestela Gómez, soy abogada y maestranda en Derechos de la Vejez en la Universidad Nacional de Córdoba. Desde hace 4 años, a raíz de mi experiencia como voluntaria, surgió mi interés por las personas adultas mayores y las problemáticas que hay alrededor de ellas. Por ello, decidí junto a una gran amiga fundar la asociación civil sin fines de lucro “Nietos Itinerantes”. 

Nietos Itinerantes nace tras una actividad de navideña que organice junto familiares y amigos para treinta y cinco adultos mayores residentes de un Centro de Atención Residencial en Cieneguilla. En esa visita uno de los residentes nos dijo “Muchas gracias por traer todas estas cosas que nos han traído, pero lo que nosotros más necesitamos es que nos visiten, que vengan y pasen tiempo con nosotros, que nos escuchen”. Esto nos hizo reflexionar y comprometernos a visitarlos una vez al mes. 

A partir de enero de 2017 iniciamos nuestras labores de acompañamiento y fuimos creciendo , no solo en números de voluntarios sino también en personas adultas mayores beneficiadas con nuestras actividades. En el 2018, creamos dos líneas de acción adicionales, a través de las cuales buscamos empoderar a las personas adultas mayores en el ejercicio pleno de sus derechos y revalorizar su rol y aportes en nuestra sociedad, para lo cual desarrollamos: charlas y consultorios jurídicos gratuitos y especializados para adultos mayores y campañas de sensibilización e incidencia. 

Estos espacios nos han permitido empoderar a más de 300 personas adultas mayores en Lima y Provincias en la toma de decisiones informadas y en el ejercicio pleno de sus derechos. Asimismo, a nivel de sensibilización e incidencia hemos podido realizar diversas charlas y capacitaciones para estudiantes y entidades públicas sobre la importancia de revalorar el rol de las personas mayores y herramientas asertivas para mejorar nuestras relaciones intergeneracionales, e impulsar una mesa de trabajo en el Congreso Nacional de la República con diversas entidades públicas y privadas a efectos de identificar los problemas y necesidades de la población adulta mayor y la aprobación de la Convención Interamericana sobre la protección de los derechos humanos de las personas adultas mayores. 

Con la llegada del El COVID-19 nuestras actividades se vieron afectadas por completo y, como todos, debimos reinventarnos en la marcha para continuar con nuestro trabajo, para lo cual pusimos a disposición nuestras líneas telefónicas para que los adultos mayores llamen cuando lo necesiten, creamos un red de soporte para personas adultas mayores jefes o jefas de familia que no recibieron ningún apoyo del gobierno, que ganó un premio como buena práctica otorgado por la OEA y apoyo a más de 1500 familias en Lima y Provincias, promovimos talleres y espacios de encuentro para personas adultas mayores a través de plataformas digitales y visibilizamos a aquellos adultos mayores emprendedores que a raíz de la pandemia iniciaron nuevos proyectos. 

No obstante, estos cuatro años de trabajo nos han permitido evidenciar con mayor claridad que los años no son siempre mirados con reconocimiento, el envejecimiento es visto de manera negativa y un proceso ajeno, existe temor en convertirnos en personas adultas mayores por la valoración negativa que le asignamos a esta etapa de la vida y día a día las personas adultas mayores enfrentan estereotipos vinculadas a su capacidad de decidir, entender, aportar, emprender, aprender, participar y actuar en igualdad, lo cual no hace más que vulnerar la posibilidad de ejercer sus derechos en igualdad. Adicionalmente a ello, existe una idea estándar de lo que significa ser una persona adulta mayor y está generalmente es asociada a una idea de dependencia, desconociendo que las personas adultas mayores son diversas y que aún aquellas que requieren cuidados no ven anulados su capacidad de decisión. 

Esta realidad, que no aceptamos y que creemos que nos afecta en nuestro reconocimiento como ciudadanas y ciudadanos, es la que queremos transformar. 

Por ello, hoy iniciamos esta campaña para que nuestros gobernantes tomen conciencia de la necesidad de cambiar la mirada que tenemos sobre el envejecimiento, pero sobre todo tomen conciencia sobre el valor de las personas adultas mayores para nuestra sociedad, es necesario visibilizar los diversos tipos de discriminación por edad y trabajar sobre sus causas y consecuencias. 

Las múltiples formas de violencia y discriminación hacia las personas adultas mayores no debe ser una problemática que ataña solo a esta población, sino que convoca a todas las generaciones. Necesitamos un cambio estructural en comportamientos y valoraciones sociales y para lograrlo necesitamos de la ayuda de TODXS

Ayúdanos a hacer eco. Si esta campaña logra recolectar 300 firmas podremos llamar la atención de nuestros gobernantes. Solo tienes que hacer click en "Apoyar" y difundir con tus contactos en todas tus redes sociales.

Es momento de construir un país en el que ni nuestros años, ni ninguna otra condición sea una limitante para el ejercicio de nuestros derechos.