Hola, soy Milka Silva Mendoza, abogada y presidenta ejecutiva del Instituto Peruano de Ciencias Jurídicas & Sociales Veritas Jure Vox Dei. Nuestra institución se encarga de capacitar y educar en aspectos jurídicos a comunidades y organizaciones. También, nuestro equipo multidisciplinario cuenta con médicos, psicólogos y sociólogos que ayudan a personas de condiciones vulnerables.

Muchos de los casos que analizamos están relacionados a la violencia familiar y sexual. Las últimas cifras registradas por la Defensoría del Pueblo del Perú son pavorosas. Entre enero y julio de 2021, más de 3400 niñas, adolescentes y mujeres adultas fueron reportadas como desaparecidas y cada 85 minutos se registra una violación sexual a una menor de edad. 

Nuestra labor social es desafiada por la pandemia. En este nuevo contexto, los casos han aumentado, triplicándose los casos de niñas que son madres con menos de 10 años; o sea un incremento del 16 % con respecto al 2020. Asimismo, solo en julio de 2021, las autoridades peruanas reportaron 417 desapariciones infantiles, 363 de las cuales eran niñas y adolescentes; es decir, 87 % del total. 

En el Perú, existe la Ley 30364 que previene, erradica y sanciona toda forma de violencia contra las mujeres y contra los integrantes del grupo familiar, producida en el ámbito público o privado. Sin embargo, muchas entidades estatales, operadores jurídicos y la sociedad en general no tienen conocimiento de los alcances de esta norma. 

También, el Estado peruano dispone de canales de atención y de denuncias virtuales en comisarías en casos de violencia sexual y familiar. Pero muchas víctimas no tienen conocimiento de ello y en algunas zonas rurales no hay comisarias cercanas. De la misma forma, existen muchas denuncias que llevan más de dos años y no tienen solución. No hay respuesta rápida. 

La educación y la capacitación es indispensable para contrarrestar estos problemas. Necesitamos más trabajo preventivo que represivo. El trabajo preventivo siempre de la mano con el seguimiento y monitoreo de los planes de prevención. Esto ayuda a tener indicadores del funcionamiento del plan de trabajo. También es necesario contar con una estadística de contención. 

La capacitación jurídica y la educación sobre los derechos fundamentales de menores de edad y mujeres, con una campaña de comunicación estratégica —valoradas por gobiernos regionales y municipales— impartidas a la sociedad y a las instituciones estatales, contribuyen a paz social de este país. 

A través de Osoigo Perú, quiero hacer un llamado de sensibilidad y concientización a las autoridades y la sociedad en accionar en la prevención para casos de violencia familiar y sexual. La tarea en prevención no solo es cuando conmemoramos el Día de la Mujer o Día de la No Violencia a Mujer. La tarea es de todos los días. 

Mi deseo es que colaboraren con esta campaña dándole click en el botón de «APOYAR», llenando el formulario o firmar con tu cuenta de Facebook. El proceso es sencillo. Si logramos juntar 300 firmas, las autoridades peruanas tendrán que darnos una respuesta a través de Osoigo.com. ¡Si todas y todos nos unimos, podemos prevenir y revertir esta situación!