Somos Jaime y Beatriz y hace unos días sufrimos una actuación desproporcionada por parte de la policía local de Burgos que nos atacó tras negarnos a darles nuestros carnés de identidad. A Jaime le tiraron al suelo, le sujetaron el cuello con las rodillas y presionaron hasta que casi no pudo respirar. Creemos que no todos los policías están cualificados para su puesto. Necesitamos medidas de actuación contra estos abusos. 

Estábamos en la calle discutiendo por un asunto sin importancia cuando la policía se paró delante de nosotros. Jaime tiene problemas de ansiedad y se pone muy nervioso cuando se siente presionado o violentado así que su primera reacción al ver que venían hacia nosotros fue decirme “ya esta aquí la puta policía”. Los agentes le escucharon y vinieron muy agresivamente a increparnos. Nos pidieron la documentación, pero nos negamos a dársela. En concreto yo (Beatriz) no la tenía porque me la habían robado hace unos días así que solo pude ofrecerles mi número de DNI. 

Inmediatamente uno de los agentes cogió la porra, puso a Jaime contra la pared y le dijo que se lo llevaban para el calabozo y que si rechistaba le “partirían los dientes”. Le intentaron meter en el coche, pero él se negó. Entonces los agentes le tiraron al suelo y comenzaron a darle golpes por todo el cuerpo. Uno de ellos le puso la rodilla presionando su cuello y apretó hasta que Jaime tuvo que pedirle que parase porque se estaba quedando sin aire. 

Yo (Beatriz) me mantuve colaborativa en todo momento hasta que vi que realmente estaban haciéndole mucho daño y comencé a gritar. Cuando le metieron en el coche les pedí que me llevaran con él y entonces me tiraron también al suelo y me inmovilizaron sujetándome las manos por detrás de la espalda. 

A Jaime le llevaron al hospital para poner un parte de lesiones, pero no le dejaron hablar con los médicos.  Se mantuvo en todo momento en una sala separada y no dejaron que los profesionales sanitarios le atendieran. 

El resultado fue un parte de lesiones exagerado por los agentes que tan solo se habían hecho algunos rasguños al forcejear con nosotros y un informe sobre las heridas que provocaron a Jaime muy alejado de la realidad. 

Nos tuvieron 24 horas en un calabozo sin motivo alguno. Incluso los agentes de policía nacional reconocieron que no éramos “los primeros ni los últimos en venir con la cara partida” por culpa de la policía local. Ahora nos culpan de resistencia contra la autoridad. 

Están metiendo en el cuerpo de policía a muchos chicos jóvenes con ganas de abusar de su poder con todo el que puedan. Hoy nos ha pasado a nosotros, pero mañana puede pasarle a cualquiera. Lanzamos esta petición para que se tomen medidas reales contra los abusos policiales. BASTA YA DE CONSENTIRLO.