Mi hija Lukene está superando una Leucemia Linfoblástica Aguda. Hemos vivido el antes y el después del Covid-19 en el hospital: ¿Por qué no se sigue considerando el resto de patologías y se cuidan las zonas reservadas a los pacientes de cáncer?
Iñigo Iturrate Ibarra

"Los menores son y serán una prioridad"


Querida Joana y querida Lukene. 

Lo primero que me gustaría es enviaros toda la fuerza del mundo para que esta dura batalla la superéis con éxito. Sentiréis miedo, dolor, rabia, incertidumbre y tristeza. Pero todo eso debe mezclarse con la esperanza, la valentía y el coraje que seguro os acompaña en este difícil viaje que os ha tocado vivir. 

En relación con la pregunta que nos formulas, y consciente de que la pandemia ha obligado a reorganizar y ajustar los servicios sanitarios, te diré que para Osakidetza la atención y el diagnóstico a enfermos con cáncer, y especialmente si son menores, son y serán una prioridad. Los y las pacientes y sus cuidadores están en el centro de toda la atención. 

En nuestro sistema sanitario, la atención a niños y niñas con cáncer se ha desarrollado en zonas denominadas limpias de COVID. Todas las consultas y tratamientos se han mantenido, porque, como mencionaba antes, es una prioridad para Osakidetza. Es cierto que en Gipuzkoa,  se han tenido que adaptar diferentes espacios para ofrecer algunos servicios, pero siempre siguiendo el criterio de seguridad para las y los pacientes. Las unidades de oncología han seguido, como el resto de las unidades, los protocolos y criterios establecidos ante la pandemia de COVID. 

Sabemos que hay un personal implicado al 100% en su trabajo. Implicado con los niños y niñas y con sus familias. Sabemos también el trabajo que desarrollan asociaciones, voluntarios y entidades privadas para que nunca os sintáis solos en la lucha que día a día estáis librando. De nuevo, todo nuestro afecto y fuerza para que las fases de esta enfermedad se vayan superando con éxito. Y una palabra: ESPERANZA. 


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Iñigo Iturrate Ibarra
 Pregunta Mi hija Lukene está superando una Leucemia Linfoblástica Aguda. Hemos vivido el antes y el después del Covid-19 en el hospital: ¿Por qué no se sigue considerando el resto de patologías y se cuidan las zonas reservadas a los pacientes de cáncer?

Me llamo Joana y mi hija y yo vivimos en el País Vasco. Lukene tiene 4 años y fue diagnosticada con una Leucemia Linfoblástica Aguda hace, aproximadamente, un año y medio. Lukene empezó a tener infecciones; tuvo escarlatina y neumonía, entre otras cosas. También se le inflamó el estómago y tenía ojeras. La llevé a Urgencias al Hospital Universitario Cruces. Les expliqué que mi hija no estaba bien y que estaba muy cansada y de entrada le diagnosticaron una infección en las vías respiratorias altas. Pasaron los días y no mejoraba. Después de nueve días de haber ido a Urgencias, tuve que llevar a Lukene al Ambulatorio porque tenía fiebre y vomitaba. La pediatra que la atendió consideró que mi hija necesitaba que le hicieran una analítica porque a lo mejor le faltaba hierro. Fuimos al hospital de nuevo y nos atendió un pediatra que enseguida llamó a su superior. Entre los dos determinaron que alguna cosa no iba bien.

Este mismo día ingresaron a Lukene. Le hicieron varias transfusiones y una prueba para valorar el estado de su medula ósea. Entonces diagnosticaron la Leucemia Linfoblástica Aguda. Este mismo día Lukene empezó el tratamiento y nos informaron que según como reaccionara su cuerpo, nos darían un diagnóstico más detallado. Obtuvieron unos resultados que no eran los deseados, así que tuvieron que mandar una muestra de la médula de Lukene a Barcelona. En un mes nos dieron los resultados. Lukene tenía Leucemia Linfoblástica Aguda con las células traslocadas, hecho que comporta un tratamiento adicional. Debido al tratamiento, mi hija dejó de andar y de comer. Aparte de esto, el reservorio se le infectó tres veces. También tuvo una infección por culpa de las bacterias del hospital y cada vez que ha ingresado ha estado más grave.

Actualmente, después de un año y cuatro meses de tratamiento, hemos terminado la quimioterapia intravenosa. Ahora Lukene está tomando quimioterapia de mantenimiento vía oral y una vez al mes le hacen quimioterapia intratecal. Nosotras hemos conocido el hospital de antes y el hospital de después de la Covid-19. Para los niños que tienen que pasar temporadas ingresados ha sido horrible. El hecho de no poder salir de la habitación, de no poder interactuar con otros niños en ningún espacio común, de no poder tener a los dos padres en la habitación, de tener que aislarse tres días en la habitación del hospital si presentan fiebre cuando van al hospital, etc. está siendo muy difícil. Psicológicamente la enfermedad ya es dura, pero esto ha sido la gota que ha colmado el vaso. Además, durante la pandemia alguna vez nos hemos encontrado que han ingresado a Lukene en el área de pediatría y no en oncología. Esto es muy peligroso para gente que tiene inmunodepresión. Es por esto que me dirijo a los políticos del Parlamento Vasco, ya que son quienes me representan, para preguntarles: ¿Por qué no se apuesta para seguir considerando el resto de patologías más allá del coronavirus y se cuidan las zonas reservadas para los pacientes de cáncer?

Enviada per
Joana Matas Joana Matas
3652 de 500 Apoyos
14.04.2021

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