El 2021 ha cerrado con la factura más cara de la luz en España, durante el mes de diciembre. Cada determinado tiempo en las noticias escuchamos o leemos que: “hoy se alcanza el récord del precio de la luz”. El titular se repite incansablemente y parece que no tiene un límite. Sigue subiendo. 

Información de la Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, la factura total de un consumidor media en 2021 en España se ha elevado a 949 euros, que es un 41% más que la factura de 2020, y un 18% más que la factura de 2018.

Soy Carlos Reina, tengo dos hijos y vivo en Sevilla. Estoy cansado, como muchos otros ciudadanos y ciudadanas, de mirar cómo el Gobierno pierde el control de los servicios públicos y no se hace responsable de su tarea de regulador. A nosotros, los ciudadanos, nos dicen que el precio de la luz se debe a la subida del gas, pero, ¿hasta cuándo, hasta dónde y hasta qué límite lo va a seguir pagando el ciudadano?

Las pequeñas y medianas empresas, que son las que dan gran parte de los puestos de trabajo en este país, tienen que incrementar los precios de sus productos ante las tarifas tan altas de luz. De esa forma, somos también los consumidores quienes vemos aumentados los precios  en aquellos productos de primera necesidad que compramos. 

El tema de la luz va mucho más allá de que paguemos más cara la factura. Si este servicio aumenta de precio es una cadena de alzas que vemos reflejadas cuando vamos a hacer la compra o a pagar otros servicios. Además, esto repercute en el gasto diario de todas las familias que pueden o no tener los recursos suficientes para afrontar el pago cada vez más excesivo en su factura de la luz. 

Pienso en todas las personas que tienen qué elegir en invierno, por ejemplo, entre pasar frío o pasar hambre. Pienso en las personas mayores que viven con pensiones raquíticas que apenas si les da para sus gastos básicos, menos aún para pagar facturas de servicios que deberían de ser más baratos para todos los ciudadanos. Hay jóvenes que no pueden independizarse porque no pueden pagar, con sueldos también que no suben, alquileres más caros y facturas por las nubes.

Es por todo esto, que creo que el Gobierno debería de encargarse de la gestión del servicio de la luz, y si no le es posible que no le deje el control a las eléctricas, que, por cierto, siguen facturando miles de millones de euros al año. Si no puede controlarlo, que el Gobierno presione y le dé prioridad a las miles de familias españolas que apenas pueden llegar a fin de mes con los recursos que cuenta. 

Creo que, como ciudadanía, podemos hacer parte del cambio y exigir a nuestros representantes políticos que velen por nuestra economía, y por la de tantas personas que están en el paro, en abandono o con salarios insuficientes. Ya hemos pasado por varias crisiasis económicas en España. Primero, la de 2007 con la burbuja inmobiliaria, luego la pandemia, y ahora nos enfrentamos con la luz con los precios más altos en la historia.

No lograremos la recuperación si el gobierno pierde el control de servicios que debieran ser públicos para todos. 

Ayúdanos compartiendo y difundiendo esta campaña. Tal vez podamos llegar a las autoridades correspondientes y podamos ver cambios que hagan la diferencia. 

¡Muchas gracias!