El pasado lunes 3 de mayo yo salí de mi casa y abordé como siempre la línea 12 del metro de Ciudad de México. Me dirigía a mi trabajo, que también era dentro de una de las estaciones de esta línea, la llamada “línea dorada”. Recuerdo que esa misma mañana volví a escuchar lo que hacía mucho tiempo veníamos oyendo no solo vecinos de la alcaldía de Tláhuac, sino los usuarios que frecuentamos este medio de transporte, en esta ruta: era el crujir y la vibración de las estructuras que sostenían el metro. Recuerdo haber pensado que probablemente estaba temblando. Y, como siempre, sentí miedo. 

Esta es la segunda vez que pierdo mi empleo en un año. Antes, yo trabajaba en un hospital del ISSTE (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado), como auxiliar de limpieza, cuando me contagié de Covid, en diciembre, y decidí renunciar para aislarme en casa. En enero conseguí este trabajo como una de las encargadas de mantener limpia la estación 20 de noviembre, de la línea 12 del metro, con una jornada laboral que iba de las 6 de la mañana a las 2 de la tarde, con un día de descanso entre semana. 

La semana anterior a este incidente notamos que el metro estaba yendo mucho más lento que de costumbre, yo creo que se detectaron las fallas desde entonces, pero no se paró el servicio. Mi papá y mi hermana también usan esta línea para transportarse a sus trabajos, y en lo personal, agradezco que llegaran con bien a casa, pero también pienso que ese incidente pudo haber sucedido en cualquier momento, a cualquier hora del día. 

En mi trabajo nos agregaron a un grupo de WhatsApp para mantenernos informados y al día siguiente nos dijeron que la empresa a la que pertenecíamos había tenido una reunión con el sindicato de trabajadores del metro en la que decidieron que, debido a la situación, se mandaba a descansar a todo el personal, sin goce de sueldo y hasta nuevo aviso.

Nos han avisado que se nos iba a pagar los días trabajados, pero hasta la próxima fecha de pago, en la próxima quincena, yo propuse que nos apoyaran para cubrir esta semana, ya que muchas personas con sus familias dependemos de esos trabajos, pero nos han dicho que es imposible porque no contaban con la solvencia económica para poder apoyarnos. Yo tengo 3 hijas y una familia que depende de ese sueldo también para poder seguir solventando nuestros gastos, y creo que las autoridades deberían de apoyarnos un poco para que todos los que hemos resultado afectados por este terrible incidente, podamos salir pronto adelante. 

Se rumora que se pretende abrir la mitad de la línea 12 del metro, y yo solo pienso en cómo es posible que sigan arriesgando las vidas no solo de los usuarios sino de todos los trabajadores que laboran en las instalaciones. Para muchos de nosotros esto nos pega muchísimo. La situación de pandemia que vive en México ha hecho que muchas personas pierdan sus empleos, y además ahora, creemos que las autoridades pudieran respaldarnos de alguna forma, a nosotros y a quienes también resultaron gravemente afectados y perdieron a sus familiares. En este momento nos sentimos totalmente solos ante estas situaciones.

Es por todo esto es que he decidido lanzar esta campaña de difusión en la página de Osoigo, para pedirles a nuestros representantes políticos que os dejen solos que nos ayuden a superar esta nueva situación. Por favor, ayúdanos a firmar y a difundir esta campaña por todos tus grupos y contactos de WhatsApp y redes sociales. Si conseguimos 500  apoyos, esta pregunta llegará a políticos de distintos partidos del Congreso de la Ciudad de México, los cuales nos tendrán qué dar una respuesta en esta misma web.

¡Muchas gracias!