Pregunta para Congreso de los diputados

Me llamo Elena y soy una de las miles de personas afectadas por las vacunas del Covid-19, ¿qué está pasando? ¿por qué no hay investigación sobre esto? ¡Necesitamos que nos reconozcan las incapacidades surgidas a raíz de las secuelas de la vacuna!

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María Elena Gamito Pregunta de María Elena Gamito

Hola. Me llamo Elena, tengo 44 años, soy auxiliar de farmacia y soy una de las miles de personas afectadas por las vacunas del Covid-19. 

Mi historia comenzó en el momento en el que me puse mi primera vacuna. Con la primera dosis tuve la sensación de haber pasado el propio Covid-19, mucho cansancio, dolor de piernas, temblores, etc. Esta sintomatología me duró 24 horas, así que no le hice mucho caso. 

En la segunda vacuna me pincharon en el brazo izquierdo. Empecé a sentir dolores, pero como todo el mundo decía que la vacuna dolía, pues tampoco le hice mucho caso. 

A partir de la tercera vacuna empezó a complicarse la situación. A mí todavía no se me había quitado el dolor del brazo izquierdo, así que me pusieron la vacuna en el brazo derecho, pero en ese mismo momento en el que me la pusieron, me comenzó un dolor muy fuerte y extraño en el brazo izquierdo. 

Al siguiente día me seguía doliendo mucho el brazo y el dolor se me iba para el pecho. Empecé a ir al fisioterapeuta y me dijo que tenía una inflamación generalizada brutal. Me dijo que no sabía de donde provenía, pero que estaba acudiendo mucha gente a sesiones a raíz de las vacunas. 

En enero me seguía doliendo bastante, por lo que decidí ir al médico para explicarle la situación. El doctor me dijo que era una tendinitis, así que me mandó a que me pincharan un medicamento para mejorar. Siempre tuve dolencias, pero fue empeorando con el tiempo hasta quedarme totalmente rígida de pecho para arriba. Ante esto, estuve yendo al médico diariamente, pero nadie me daba una solución ni me mandaban a ningún lado. 

Me dieron de baja, pero yo no paré de acudir a especialistas para mejorar un poco. Además, me apunté al gimnasio, iba a andar y correr, etc. Hice todo lo posible para mi bienestar. Pero a los 5 meses de estar de baja, me mandaron un mensaje de móvil dándome el alta, que según mi médico de cabecera, el alta la dio el inspector, seguramente, por recomendación de la mutua. Eso fue surrealista porque yo no estaba recuperada, mi brazo seguía sin funcionar correctamente. 

Aun así, como me dieron el alta y mi compañera tenía que ausentarse, decidí ir a trabajar, pero a las horas de estar en mi puesto de trabajo comencé a inflamarme y a tener dolores y calambrazos horribles por todo el cuerpo. 

Fui al médico, pero me dijeron que no me podían dar la baja por la misma circunstancia que hace tan solo unos meses puesto que el alta me la había dado el inspector y solo él podía darme la baja de nuevo por la misma dolencia. Lo que no sabían ellos ni yo tampoco, es que, desgraciadamente, al poco tiempo me comenzarían las crisis en las que me quedo totalmente rígida: el cuello, las manos, etc. Me quedo como un bloque hasta que me pinchan ‘Diazepam’.

Me dan crisis cada 4, 5, 6 días –la última ha sido este pasado domingo-. Además, me han mandado a muchos especialistas, pero entre ellos se van derivando sin resultado alguno. Al principio me mandaron al rehabilitador, después al reumatólogo, luego al internista que de nuevo me mandó al rehabilitador. Algo sinsentido. 

El fisioterapeuta me ha dicho que lo que tengo no se me va a quitar nunca, pero que vamos a intentar mejorar. En las pruebas que me hacen los médicos no se ven grandes valores reflejados y, por tanto, no existe ningún protocolo de actuación. Aun así, yo necesito que se busque una solución porque las pastillas que tomo actualmente no me hacen nada. 

Tengo 44 años y no quiero estar toda mi vida del sofá a la cama y de la cama al sofá. He sido una persona muy activa, viajando mucho en moto, y ahora la tengo aparcada desde hace un año y sin fecha de arrancarla de nuevo. 

Por todo lo plasmado, lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados para que haya más investigación para las personas afectadas por las vacunas del Covid-19. 

Somos muchísimas las personas afectadas por las vacunas. Los médicos lo reconocen en nuestras consultas, pero luego no llegan a reflejarlo en los informes, ¿qué está pasando? ¡Estamos perdiendo nuestros empleos!

Necesitamos investigación, reconocimiento médico y, por parte del INSS, que se reconozcan nuestras incapacidades. 

¿Cuándo vamos a tener una Unidad que investigue lo que nos está ocurriendo? Yo ya llevo un año así y esto debe cambiar ya. No podemos más con nuestras dolencias y lo peor, es que a muchos nos dan el alta de nuevo para volver a trabajar cuando no podemos, ¡no tenemos fuerzas ni para levantarnos!

Por favor, necesitamos una solución ya. 

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