Mi nombre es Karla y padezco enfermedad de Crohn, una enfermedad crónica y autoinmune, donde el sistema inmunitario ataca por error a los tejidos sanos, provocando una inflamación de los intestinos. Esta enfermedad ha cambiado por completo mi vida, habiendo dejado mi carrera profesional como boxeadora de élite, robándome mi salud y mis sueños.

La enfermedad empezó a manifestarse en 2014, cuando me quedé embarazada de mi hijo. Empecé a tener pérdidas de sangre y los médicos me dijeron que simplemente era una almorrana, algo normal en el embarazado y nada que temer. Cuando mi hijo cumplió 4 meses, yo seguía sangrando y empecé a tener unos fuertes dolores muy similares a los del parto. 

Fuimos a urgencias y, después de varias pruebas, una médico me dio el diagnóstico de la Enfermedad de Crohn. Era la primera vez que oía hablar sobre ella, para mí era algo totalmente desconocido. Los médicos me comentaron que con medicación podría hacer vida normal y nunca pensé que esta enfermedad pudiera llegar a condicionar tanto mi vida. 

Empecé con la medicación, pero esta no daba resultados, seguía con fuertes dolores y aguanté como pude. Gracias al boxeo, estaba acostumbrada al dolor, así que resistí. Pero las diarreas se intensificaron, el sangrado era más abundante, perdí el apetito y aparecieron los vómitos. Empecé a medicarme con corticoides y me volví dependiente a ellos.

Pasé mucho tiempo probando distintas medicaciones y entrando y saliendo del quirófano. Empecé con un tratamiento intravenoso, que me provocó pérdida de peso, de cabello y de fuerzas. Las semanas se hacían eternas. 

La enfermedad de Crohn dio un vuelco a mi vida, lo cambió todo. No me veo capaz de volver a trabajar, dejé atrás mi carrera profesional y no puedo hacer los planes que antes hacía. Hace tiempo que no paso un mes entero sin tener una recaída y es complicado estar estable. Tengo un reconocimiento del 39% que me da descuentos en transporte y cultura, pero no cubre las necesidades económicas de una persona inmunodeprimida y con una enfermedad crónica. Me gustaría volver a trabajar, pero la gente no quiere a una persona que esté de baja cada dos por tres. 

Considero que se deberían de destinar más recursos en la mejora de la calidad de vida de las personas con esta enfermedad. Eso pasa por reforzar la investigación para encontrar mejores tratamientos y en ayudas para que por el momento podamos tener una vida digna. 

Sé que es más fácil “apartar” los problemas de los enfermos, antes que destinar más recursos en ellos, pero considero fundamental que se nos ayude. 

El boxeo me ha enseñado muchas cosas, pero sobre todo a sobrellevar los golpes duros, levantarse y luchar. Y eso es lo que voy a seguir haciendo.

Por este motivo, siendo de la Comunidad Valenciana, me dirijo a los políticos de las Cortes Valencianas para que tengan en cuenta esta situación y destinen más recursos en la investigación de la Enfermedad de Crohn y en la mejora de la calidad de vida de las personas que la padecen.